Ser Discípulo
Ser discípulo, Señor, es aceptar tu llamado, dejar todo y ponerse en camino, tras tus pasos. Es compartir la vida, aprender de Ti, en lo cotidiano, descubrir el misterio, apasionarse, como tu, por la vida del pueblo y los hermanos.
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Ser discípulo es recrear tu camino en Galilea; tu práctica comprometida, valiente y transgresora, por dar vida, partiendo desde los que menos tienen.
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Ser discípulo es preocuparse por el hambre de los otros, aún cuando no se posea más que dos peces y cinco panes. Ser discípulo es compartir lo que se tiene y ofrecerlo por el Reino. Ser discípulo es aprender a caminar en sábado denunciar la ley que oprime y cercena la vida de los otros, es enfrentarse a los poderes de turno porque el Reino no es como los de este mundo.
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Ser discípulo es tomar la cruz de cada día. Darse cuenta que seguir a Jesús genera conflicto, produce enfrentamiento y controversia, crea dudas y plantea opciones. La fidelidad al Señor se construye cada día, al tomar la cruz de la coherencia y seguir sus huellas, sin descanso, por el camino que nos va revelando. Ser discípulo es aprender de Jesús, tenerlo como maestro, buscarlo como referencia para nuestras decisiones. Que el Maestro nos acompañe y que María de Coromoto madre de nuestra tierra siga intercediendo por nosotros.
AMÉN
POR: GRUPO STA TERESITA DEL NIÑO JESUS